Durante el último año, hospitales y centros médicos del país aceleraron la implementación de herramientas digitales para mejorar el acceso y la eficiencia del servicio. La inteligencia artificial, los asistentes virtuales y la telemedicina se consolidaron como pilares clave del proceso.

Imagen: Cirion
En Colombia, el avance de las tecnologías digitales marcó un punto de inflexión en la forma de prestar servicios de salud. A lo largo del último año, clínicas, hospitales y centros de atención médica adoptaron soluciones como la inteligencia artificial (IA), los asistentes virtuales y la telemedicina para enfrentar los desafíos estructurales del sector, particularmente en términos de cobertura, tiempos de atención y gestión operativa.
El proceso de digitalización se aceleró en un contexto donde la inmediatez en la atención y la optimización de recursos se convirtieron en prioridades. Herramientas como los chatbots médicos pasaron a formar parte del ecosistema de servicios, permitiendo a las instituciones automatizar tareas como la programación de citas, la orientación administrativa y el seguimiento de pacientes.
Alejandro Girardotti, Director Senior de Producto, Innovación y Alianzas Estratégicas de Cirion Technologies, destacó que la digitalización no solo representó una mejora en la experiencia del paciente, sino que también permitió optimizar los procesos internos de las instituciones. “La adopción de soluciones basadas en IA permitió cerrar brechas en el acceso, reducir cargas operativas y garantizar una atención más personalizada y oportuna”, señaló.
El impacto de estas tecnologías fue respaldado por cifras globales. Según datos de IDC, el mercado mundial de inteligencia artificial fue valorado en aproximadamente 235 mil millones de dólares en 2024, con una proyección de crecimiento que superará los 631 mil millones para 2028. En América Latina, este aumento fue impulsado por su uso en sectores estratégicos como la salud.
En Colombia, múltiples entidades de atención médica integraron algoritmos de IA para analizar historiales clínicos, detectar patrones y sugerir tratamientos basados en evidencia científica. En algunos casos, se implementaron modelos de análisis de imágenes diagnósticas con un nivel de precisión comparable al de profesionales especializados, reduciendo así los tiempos en el diagnóstico de enfermedades crónicas o de alta complejidad como el cáncer.
Los asistentes virtuales, por su parte, evolucionaron gracias al desarrollo del procesamiento de lenguaje natural, lo que permitió mantener interacciones conversacionales más fluidas con los pacientes. Estos sistemas no solo respondieron preguntas básicas, sino que también ofrecieron recomendaciones alineadas con protocolos clínicos.
Otro avance destacado fue la expansión de la telemedicina, especialmente en zonas rurales o de difícil acceso. A través de plataformas de atención remota, se garantizó el contacto entre profesionales de salud y pacientes en regiones con baja cobertura médica. La conectividad, en este caso, actuó como puente para ampliar la cobertura de servicios especializados sin necesidad de desplazamientos físicos.
No obstante, el crecimiento de estas tecnologías también enfrentó retos, particularmente en temas de ciberseguridad y privacidad de la información médica. Las instituciones que lideraron este proceso debieron implementar medidas rigurosas de protección de datos, entre ellas el cifrado de extremo a extremo, la autenticación biométrica y el monitoreo continuo de la infraestructura tecnológica.
En este contexto, empresas proveedoras de infraestructura tecnológica participaron activamente en el desarrollo de plataformas seguras. Las soluciones implementadas en el país fueron respaldadas por centros de datos locales y redes de conectividad de alto rendimiento, lo que permitió una operación estable y protegida ante riesgos cibernéticos.
La combinación de IA, automatización y servicios remotos transformó el panorama de atención médica. Esta evolución se dio no solo como una respuesta a una necesidad operativa, sino como parte de una estrategia estructural orientada a aumentar la eficiencia, democratizar el acceso y modernizar los servicios de salud a escala nacional.
La digitalización del sistema de salud colombiano avanzó de forma sostenida durante el último año, sentando las bases para una transformación estructural en la prestación de servicios. A medida que la inteligencia artificial, los asistentes virtuales y la conectividad continúan madurando, se espera que el modelo de atención médica evolucione hacia esquemas más automatizados, predictivos y centrados en el paciente, con un fuerte respaldo tecnológico. Para los actores del ecosistema tecnológico —fabricantes, mayoristas y canales— este proceso representa una oportunidad para fortalecer su participación en un sector en plena reconversión digital.