El 81% de los funcionarios de estas PYMES en Colombia tienen acceso a internet, pero el presupuesto de seguridad digital es de menos del 1% de las ventas o inversiones.
Según el Índice Mundial de Seguridad Cibernética elaborado en 2017 por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, en 193 países, Colombia se encuentra ubicado en el lugar número 46, una calificación que, si bien establece un nivel medio, demuestra las oportunidades que el país tiene en materia de ciberseguridad, gracias al creciente progreso tecnológico.
De acuerdo con esto y ante el crecimiento y expansión de proyectos de emprendimiento dependientes cada vez más de las nuevas tecnologías, los requerimientos en este campo son aún mayores ante los peligros y ataques cibernéticos.
Una muestra de este riesgo se vio en 2018 por cuenta de los ransomware (ataques digitales que obligan a pagar dinero para poder acceder a los sistemas): cerca de 75 países se vieron afectados al presentar bloqueos en el acceso a los sistemas, caídas de redes y restricción de archivos por cuyo rescate se perdían grandes cantidades de dinero.
Según Antonio Clemente, Vicepresidente Técnico de MAPFRE, cuando una Pyme es víctima de este tipo de delitos, deben asumir gastos que oscilan entre los 70 y 180 millones de pesos. El coste económico que supone hacer frente a estos ataques pueden incluso llegar a ocasionar el cierre de las empresas afectadas. “Nosotros, pensando en las empresas de Colombia, ofrecemos protección ante las pérdidas económicas que pueda tener un negocio como consecuencia de un ataque informático, así como una ayuda para hacer frente a una amenaza de extorsión cibernética, una responsabilidad frente a terceros derivada de este ataque o para una posible restitución de la imagen de la empresa”.
¿Invertir o no en Ciber seguros?
Según el estudio ‘Impacto de los incidentes de seguridad digital en Colombia 2017′, realizado por la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (Min TIC) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 81% de los funcionarios de empresas grandes y pequeñas tienen acceso a internet, pero el presupuesto destinado a seguridad digital es de menos del 1% de las ventas o inversiones.
Mientras tanto, los ataques cibernéticos aumentan en sofisticación e impacto, así que la única salida es anticiparse y ampliar el espectro a la hora de gestionar los riesgos. Es por ello que, argumenta el Vicepresidente Técnico de MAPFRE, la clave está en destinar una inversión adecuada, protocolizar procedimientos, capacitar e implementar sistemas anti-virus robustos. “Desde MAPFRE ofrecemos, además, un servicio de respuesta a incidentes, servicio de restauración del software dañado y del sistema de control de acceso, así como de descontaminación del código malicioso. Además, el seguro cubre los honorarios de expertos para gestionar y proteger la reputación del asegurado, así como los gastos asociados a la defensa legal necesaria por reclamaciones de terceros.”.
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