Hace tres años, se promulgó en México, la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, mejor conocida como Ley Fintech, con el objetivo de tener un mejor desarrollo del ecosistema de tecnología financiera para que pueda alcanzar su máximo potencial; sin embargo, aunque la iniciativa representa un gran paso, aún hay retos que vencer.
“La Ley Fintech mexicana fue la primera en Latinoamérica y sin duda se construyó con un ánimo vanguardista. Sin embargo, a tres años de su publicación, y tomando en cuenta las experiencias en otros países, la regulación se puede fortalecer para potencializar sus efectos y evitar los errores que se registraron en otras latitudes”, señala José Luis López Amador, Co-CEO de Finerio Connect, startup mexicana de finanzas integradas.
Para lograr un mejor avance y resultados en el ecosistema fintech, López Amador señala que la ley puede aprender lo que han hecho otros países, ¿cuáles? A continuación enlista cuatro lecciones.
Sandbox regulatorio
La regulación fintech debe impulsar el desarrollo de modelos innovadores y disruptivos y brindar certezas.
El sandbox en México podría ayudar a que plataformas de tecnología financiera puedan experimentar y probar sus modelos en un número limitado de usuarios. El objetivo principal de este ‘laboratorio fintech’ es que las empresas puedan probar sus soluciones bajo la mirada de los supervisores.
APIs comerciales
En las reglas secundarias de Open Banking se definirán los requisitos para las APIs regulatorias. En este caso, las autoridades tienen que constatar que estos protocolos cumplen con todas sus funciones de manera eficiente.
Sin embargo, la experiencia en Europa demostró que durante el proceso de diseño e implementación de este tipo de APIs se debe de permitir, al mismo tiempo, el uso de APIs comerciales, ante posibles fallas en las conexiones.
Eficientizar procesos de aprobación
Éste, sin duda alguna, sigue siendo uno de los temas pendientes de la actual legislación. En México, el proceso de aprobación o rechazo para las empresas que desean operar sigue siendo largo y poco transparente.
La legislación se tiene que enriquecer para que todo el proceso sea más eficiente. Esto no necesariamente significa que se aprueben más solicitudes o que los requisitos sean más laxos; sino que se tengan respuestas más ágiles y, con base en los requisitos, se puedan realizar correcciones pertinentes.
Datos transaccionales
Los modelos fintech trabajan fundamentalmente con datos de los usuarios.
Es vital que la regulación mexicana contemple el resguardo de esta información con seguridad de nivel bancario, además de que el umbral de datos transaccionales abarque información de tarjetas de débito y crédito, así como de otros servicios y productos financieros como créditos hipotecarios, seguros, inversiones, cuentas de ahorro, entre otros.