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Kaspersky alertó sobre estafas con inteligencia artificial que suplantaron a celebridades en Colombia 

Deepfakes con imágenes y voces falsas de figuras públicas fueron usados para promocionar productos inexistentes y robar datos personales. El desconocimiento sobre estas tecnologías facilitó el fraude digital durante 2024. 

Imagen: Kaspersky

La empresa global de ciberseguridad Kaspersky emitió una alerta sobre el uso creciente de inteligencia artificial para realizar estafas digitales mediante videos y audios falsificados en los que se suplantaba la imagen y la voz de celebridades conocidas. El fenómeno, basado en deepfakes, representó una amenaza creciente durante 2024 en países como Colombia, donde la falta de conocimiento sobre estas técnicas digitales facilitó su propagación. 

Según los datos compartidos por la compañía, el 63% de los usuarios en Colombia no sabía qué era un deepfake, y el 72% aseguró no saber cómo identificar uno. Este vacío informativo fue aprovechado por los ciberdelincuentes para crear campañas fraudulentas en las que imitaban a personajes públicos con la finalidad de promocionar productos falsos, captar datos bancarios o inducir a compras de bienes que nunca fueron entregados

Deepfakes: de entretenimiento a herramienta de fraude 

Los deepfakes son contenidos audiovisuales generados o modificados por inteligencia artificial para hacer que una persona parezca decir o hacer algo que en realidad nunca ocurrió. Aunque en sus inicios fueron una curiosidad tecnológica asociada al entretenimiento, en los últimos años se convirtieron en una técnica frecuente en el ecosistema del fraude digital. 

Kaspersky identificó que durante 2024, las estafas digitales con IA aumentaron un 120% en Colombia, y que una de las principales tendencias fue la suplantación de figuras famosas en videos y audios diseñados para inspirar confianza. 

En muchos casos, los contenidos eran difundidos a través de redes sociales, plataformas de mensajería o sitios web con apariencia legítima. El objetivo era llevar al usuario a ingresar datos personales, bancarios o realizar pagos para adquirir productos promocionados por supuestas celebridades, sin que en realidad existiera un vínculo real. 

Guía práctica para identificar un deepfake 

Ante esta situación, el equipo de expertos de Kaspersky ofreció una guía de cinco recomendaciones clave para detectar este tipo de contenidos manipulados: 

  1. Observar los movimientos faciales: Si los ojos no parpadeaban con naturalidad o los labios no estaban sincronizados con el audio, podía tratarse de un video falsificado. 
  1. Analizar la iluminación y las sombras: Incongruencias entre la luz del rostro y el fondo, o sombras que no coincidían, eran señales de edición artificial. 
  1. Escuchar el audio con atención: Tono robótico, cortes abruptos o falta de fluidez eran indicadores de generación por IA o superposición mal sincronizada. 
  1. Buscar defectos visuales: Píxeles borrosos, bordes irregulares o gestos poco naturales del cuerpo sugerían un montaje digital. 
  1. Verificar la fuente del video: Si el contenido no provenía de un canal oficial o de medios confiables, existía un alto riesgo de falsedad. 

Un riesgo tecnológico alimentado por la desinformación 

Isabel Manjarrez, investigadora del Equipo Global de Investigación y Análisis de Kaspersky, señaló que el verdadero peligro no radicaba solo en la sofisticación de la tecnología utilizada, sino en el desconocimiento generalizado que permitía que estas estrategias fueran exitosas. 

“Estas estafas logran su objetivo no solo por lo avanzado de los recursos tecnológicos, sino porque muchas personas aún desconocen su existencia o no saben cómo identificarlas”, afirmó. 

Manjarrez enfatizó que en un mundo digital que evoluciona rápidamente, mantenerse actualizado sobre los riesgos tecnológicos no podía ser visto como una opción, sino como una forma esencial de autoprotección digital

La advertencia de Kaspersky dejó en claro que el fraude digital avanza a la par de la innovación tecnológica, y que las técnicas como el uso de deepfakes ya no son un fenómeno marginal, sino una herramienta efectiva en manos de estafadores organizados. 

En este contexto, la educación digital y la alfabetización mediática se volvieron urgentes. Aprender a identificar lo que es real de lo que ha sido fabricado con inteligencia artificial pasó de ser una curiosidad técnica a una habilidad crítica de supervivencia digital

Empresas, instituciones educativas y medios de comunicación tienen el desafío de informar, formar y advertir, para que los usuarios puedan navegar de forma más segura en un entorno cada vez más complejo. 

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