Con más de 2.320 millones de usuarios en Facebook alrededor del mundo, más de 330 millones en Twitter, más de 1.000 millones en Instagram y más de 1.900 millones de YouTube, las redes sociales ya pueden ser consideradas como un patrimonio moderno de la humanidad porque habitan en todos los rincones de la tierra y porque definitivamente cambiaron la forma de comunicarnos para siempre.
Pero, según Andrés Guzmán Caballero, CEO de Adalid Copr., asegura que “esta hiperconectividad, no sólo nos ha permitido relacionarnos de maneras diferentes y con personas y círculos sociales antes nunca pensados, sino que simultáneamente se han convertido en una puerta abierta para ataques cada vez más sofisticados a las personas y a las organizaciones”.
Con base en su experiencia, el experto en seguridad informática analiza aquí las 5 amenazas más frecuentes en redes sociales y entornos digitales, y la forma de protegerse de estas:
1. Solicitudes de amistad de desconocidos
Es usual encontrar solicitudes de desconocidos por lo que es importante asegurarte de tener “amigos” o “seguidores” que usted verdaderamente conozca ya que estos nuevos contactos pueden ser ladrones en busca de claves de tarjetas y cuentas bancarias, hackers en busca de información para extorsionarlo, o simplemente individuos con malas intenciones que operan con este truco para adentrarse en su vida cotidiana, saber más de usted y luego atacarlo de diversas formas.
2. El ciber acoso
Desafortunadamente, las redes sociales vienen siendo utilizadas por inescrupulosos para intimidar a otros usuarios a partir de amenazas de todo tipo como la difusión de rumores falsos o hasta fotos comprometedoras robadas de los perfiles de sus víctimas. En estos casos, lo más recomendable es bloquear y denunciar inmediatamente al acosador para evitar que estas amenazas o intrusiones se conviertan en situaciones mucho más agresivas o peligrosas. Para hacer la denuncia ante las autoridades es recomendable tomar capturas de pantalla y guardar audios o videos que puedan servir como pruebas para una eventual defensa legal.
3. Los links desconocidos
Es cotidiano encontrar en las redes sociales, las famosas cadenas o mensajes que muchas veces incluyen enlaces para acceder a información puntual. No los abra, sin importar que vengan de amigos o familiares porque con seguridad se encontrará con algo que no esperaba como mensajes publicitarios indeseables que se instalan y no son fáciles de eliminar, o en el peor de los casos, virus capaces de raptar su información.
4. El uso de las imágenes como herramienta de ataques
Teniendo en cuenta que las fotos son los principales elementos que se publican y comparten en las redes, hay que ser conscientes de que estas pueden revelar los hábitos, las ubicaciones y los movimientos de las personas, y sin duda, convertirse en información valiosa para los posibles atacantes. Es por eso que se recomienda cuidar muy bien las imágenes que se publican porque estas pueden mostrar detalles como las condiciones socioeconómicas, el lugar de vivienda o los sitios que frecuentan las personas, por medio de sus etiquetas de georeferenciación, si estas se han autorizado dejando visible la ubicación GPS de los dispositivos.
5. La violación de la seguridad para ingresar a las cuentas
Usar claves débiles o no usarlas, para proteger sus cuentas, son errores muy comunes que permiten a los extraños espiar los contenidos de sus mensajes. Por esta razón, es recomendable hacer uso de los mecanismos de privacidad que ofrecen las plataformas y las cuales permiten que sus contenidos sean visibles únicamente para familiares, amigos y conocidos a quienes se les permita su ingreso. El experto recomienda usar claves fuertes, no fáciles de adivinar, y que contengan mayúsculas, minúsculas, números y símbolos.
Para terminar, Guzmán Caballero asegura que en el entorno de la redes es mejor dudar de todo y no relajarse y, por ejemplo en el caso de las descargas juegos o aplicaciones de entretenimiento, es obligatorio leer detenidamente la letra pequeña porque, por lo general, en estos textos se solicitan permisos o autorizaciones que realmente no son necesarios, como el acceso al correo electrónico a la información de los contactos, fotografías o vídeos, lo cual, puede usarse para instalar cookies con fines publicitarios o incluso maliciosos, para robar la información.
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