Existe la percepción que, durante la pandemia, la inseguridad se ha disparado a causa del aumento del desempleo, donde los hogares del país y diferentes instalaciones son blanco de los delincuentes que pretenden hurtar objetos de valor.
Según cifras de la Policía Nacional de Colombia, entre enero y febrero de este año, en el país se han cometido 5.033 hurtos a residencias, es decir, un promedio de aproximadamente 85 hogares afectados por este flagelo diariamente. Ante este panorama, las personas y los comercios están tomando medidas para aumentar los niveles de seguridad y evitar ser víctimas de estos casos.
Una de las opciones más utilizadas son los sistemas de videovigilancia, pero hay que entender que no se trata de instalar un sistema simplemente por el hecho de hacerlo. Sobre este asunto, Rubén Trujillo, Presales Engineer de Hikvision Colombia explicó que “lo primero que los usuarios deben tener claro es qué desean monitorear y cuáles son los puntos críticos a vigilar. Muchas veces, las personas tienen la idea que con una cámara pueden tener todo el nivel de detalle necesario y en algunas ocasiones no saben identificar cuáles son los puntos críticos: identificar a una persona, reconocer que es una persona o simplemente ver quien entra, de allí la importancia de una asesoría para obtener un sistema a su medida”.
Uno de los puntos a favor es que la tecnología ahora es más asequible en disponibilidad y precio, si se compara con lo que pasaba hace diez años, por lo cual para un usuario final un sistema de cámaras representa la misma inversión que un electrodoméstico y se puede considerar como una parte esencial. En el mercado se encuentran soluciones de video vigilancia acordes a cada presupuesto y necesidad, realmente es un mito pensar que es muy costoso o que no se necesita.
Todos aquellos que desean proteger su vivienda, oficina o algún tipo de infraestructura, encontrarán diversos sistemas de monitoreo remoto, control de acceso por reconocimiento facial, huella o tarjeta, sistemas de intrusión para detectar movimiento, apertura de puertas y ruptura de vidrios, entre otros. Adicionalmente, existe la alternativa de instalar sistemas de video citofonía para saber quiénes son las personas que llegan a su edificio u oficina, abrirles las puertas y -en una pantalla- dentro de su apartamento abrir los accesos o monitorear las cámaras del edificio.
Seguridad y productividad
Trujillo agregó que los sistemas de vigilancia entregan un sinfín de herramientas que van más allá de prestar servicios de protección y seguridad; asimismo, contribuyen a tareas de supervisión e -incluso- suministran información para otras áreas de las organizaciones como lo son operaciones, recursos humanos, mercadeo y gerencia. Gracias a esto, el tener cámaras es solo la punta del iceberg de todo lo que se puede lograr con el hardware y software indicados, porque existe la posibilidad de obtener reportes, alertas, estados del sistema, análisis de flujo y movimiento, conocer las zonas calientes, implementar el reconocimiento facial o la termometría.
Sin duda, las cámaras son un pilar para las soluciones de seguridad electrónica, pero se pueden complementar para que interactúen -por ejemplo- con los sistemas de intrusión, control de acceso y la video citofonía. Otro aspecto para tener en cuenta es que ya no es funcional tener varias plataformas para cada solución, ahora se requiere de tecnologías que converjan y que -adicionalmente- se sumen a la ola del Internet de las Cosas (IoT) para conectar todos los sistemas a la Nube y se ofrezcan mayores beneficios.
Soluciones a la medida
Entre las mejores opciones para una vivienda hay múltiples servicios que se acomodan a las necesidades, incluso, alternativas que el mercado desconoce en un alto porcentaje. En cuanto a la propiedad horizontal, gran parte de la necesidad es establecer una buena comunicación con los residentes, el componente de la seguridad y la tecnología, de esa manera se logra proteger los bienes.
“En el caso de las empresas más grandes, básicamente, se puede trabajar con las mismas tecnologías mencionadas anteriormente, pero van más allá en un entorno más complejo en su tecnología y con mayores funcionalidades que permiten realizar el monitoreo de la seguridad con un tráfico de personas mucho mayor. Para evitar que los delincuentes encuentren debilidades se tienen en cuenta varios parámetros que los integradores conocen de primera mano como lo son las buenas prácticas de ciberseguridad, cámaras con protección antivandálica, sistema de respaldo de grabación, redundancia de retención del video, instalaciones a alturas pertinentes y alertamiento a la central cuando se genere cualquier anomalía de estos dispositivos”, concluyó Trujillo.
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