Es pertinente ahondar en estudios sobre las necesidades específicas de las personas y cómo las tecnologías digitales facilitan la vida de quienes las usan.
Tecnología viene de la palabra griega τεχνολογος, compuesta por dos términos del mismo origen: techne (τεχνη), que significa arte, técnica u oficio; y logos (λογος), que se refiere a un conjunto de saberes. Esta se ha encargado desde el principio de la humanidad de resolver técnicamente necesidades del hombre a través de ingeniosas ideas.
El buen uso de las nuevas tecnologías puede aumentar exponencialmente la Calidad de Vida de un individuo y mejorar sus niveles de productividad en el trabajo. El reto está en crear sistemas que sean útiles para la vida cotidiana.
Desde hace unos años se viene hablando de la transformación digital, es decir, el cambio que sufre la humanidad gracias al invento del internet y que permite, a quien lo usa, permanecer conectado a través de diversos sistemas. Sin embargo, es hora de dar paso a un nuevo concepto: optimización digital.
“En compañías como Sodexo venimos incursionando en la creación de aplicaciones tecnológicas que optimicen el trabajo de las personas, volviéndolas más productivas, sin que esto afecte su Calidad de Vida. Por el contrario, buscamos que todos nuestros Aliados y Colaboradores estén bien y por supuesto se sientan más felices”, aseguró Juan Pablo Castillo, Director de Asuntos Corporativos de Sodexo.
En busca de cumplir con el objetivo que apunta hacia una optimización digital de los entornos, es pertinente ahondar en estudios sobre las necesidades específicas de las personas y cómo las tecnologías digitales facilitan la vida de quienes las usan.
Imagínense un escenario donde la persona encargada de los servicios de mantenimiento de un edificio no cumpla con un horario de limpieza regular, sino que realice su trabajo de acuerdo con el volumen de personas que hagan uso del sitio que limpiará. Esto no solamente le ahorrará trabajo y esfuerzo a quien lo hace, sino que optimizará el uso de suministros de limpieza.
A largo plazo, esto no solo significa una reducción de costos, sino también una disminución de la contaminación ambiental por agentes químicos. Esto es propio del uso adecuado de tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT).
Ahora visualice un equipo de trabajo que regularmente almuerza en el mismo casino. Las personas se cansan de la rutina que implica la actividad. Si se inventa una aplicación móvil con una función similar a un sistema de domicilios, el Colaborador y las personas encargadas del restaurante ahorran tiempo en la medida en que el menú puede ser ordenado como se prefiera y estará listo para cuando el usuario llegue al restaurante, incluso la orden podrá ser entregada en una oficina o en la sala de juntas. Esto, sin duda, aumenta la productividad de las personas, dándoles más espacio para que descansen, evitando que hagan largas filas y, además, escojan su comida favorita.
Y es que la tecnología, además de ser la herramienta más adecuada para alcanzar el éxito empresarial, y garantizar la Calidad de Vida que tanto anhelan los empleados, debe dar respuesta a otras responsabilidades del ser humano con su entorno. “Existen otras alternativas que pueden ser desarrolladas mediante nuevas tecnologías, que además de aumentar la productividad y la Calidad de Vida de una persona, podrían contribuir a reducir la huella de carbono en el planeta, producto de la industrialización. Con esto se hace un buen uso de la tecnología, lo cual significa a largo plazo una optimización digital del trabajo”, concluyó Castillo.
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