En un mundo marcado por la escasez de talento Linux, la expansión de la IA y la evolución de las amenazas cibernéticas, Red Hat presentó la décima versión de su sistema operativo empresarial como una plataforma capaz de responder a los retos del presente… y anticiparse a los del futuro.

Imagen: RedHat
En el marco del Red Hat Summit 2025, la compañía de código abierto más influyente del mercado empresarial presentó una nueva versión de su producto insignia: Red Hat Enterprise Linux 10 (RHEL 10). Pero a diferencia de ciclos anteriores, esta no fue solo una actualización técnica. Fue una declaración de principios sobre cómo debe evolucionar un sistema operativo para permanecer relevante en una infraestructura digital que ya no es centralizada ni predecible.
RHEL 10 ya no es solo un sistema base. Se convirtió en una plataforma con gestión por inteligencia artificial, preparada para amenazas cuánticas, optimizada para la nube híbrida y construida sobre modelos operativos por imagen. En palabras de la propia compañía, se trata de “una plataforma para lo que viene”.
Tres desafíos que RHEL 10 busca enfrentar
- La escasez global de talento Linux. Un informe de IDC citado por Red Hat indica que más del 60 % de las organizaciones enfrentan riesgos operativos por no contar con personal suficientemente capacitado para administrar sus sistemas Linux. RHEL 10 incorpora respuestas como Lightspeed, una interfaz de IA generativa integrada a la línea de comandos que ayuda a ejecutar tareas complejas sin ser experto.
- La necesidad de mantener infraestructuras seguras a largo plazo. Frente al aumento de amenazas tipo harvest now, decrypt later, la nueva versión implementa criptografía poscuántica conforme a estándares FIPS y nuevas políticas de cumplimiento anticipado.
- La expansión de cargas de trabajo en entornos contenedorizados y multicloud. Con soporte por imagen, RHEL 10 permite administrar el sistema operativo como cualquier otra aplicación en una cadena CI/CD, facilitando actualizaciones atómicas, reversión de errores y alineación entre entornos de desarrollo, prueba y producción.

Lightspeed: IA generativa en la línea de comandos
Una de las innovaciones más notables de esta edición fue Red Hat Enterprise Linux Lightspeed, un asistente de IA generativa entrenado en tareas reales de sistemas Linux. Lightspeed ayuda a traducir instrucciones complejas, diagnosticar errores, recomendar comandos y ejecutar tareas comunes sin necesidad de consultar documentación externa.
Esto representa una transformación para nuevos administradores de sistemas o ingenieros DevOps que ingresan al entorno Linux sin años de experiencia. Lightspeed democratiza la operación avanzada y acelera la curva de aprendizaje, a la vez que permite automatizar tareas repetitivas con lenguaje natural.
Seguridad más allá del presente: criptografía poscuántica y nuevas políticas de mitigación
RHEL 10 integra firmas digitales resistentes a la computación cuántica, así como la capacidad de implementar algoritmos híbridos que combinan métodos tradicionales con cifrado poscuántico. Esta medida responde a las preocupaciones crecientes sobre actores maliciosos que hoy almacenan datos cifrados con la intención de descifrarlos cuando la tecnología cuántica lo permita.
Además, la nueva función Security Select permite solicitar correcciones de seguridad prioritarias para vulnerabilidades específicas (hasta 10 CVEs por año), un nivel de control poco común incluso entre sistemas operativos de nivel empresarial.
Operación por imagen: menos fricción entre desarrollo y operaciones
Otra innovación estructural fue el modo de operación por imágenes, que permite construir, desplegar y administrar sistemas RHEL como se haría con contenedores o microservicios. Esta arquitectura elimina desviaciones de configuración entre entornos y acerca el modelo DevSecOps directamente al sistema operativo.
La plataforma también integró nuevas funciones en Red Hat Insights, que ahora ofrece simulaciones de impacto antes de desplegar cambios en producción, mejora la detección de desviaciones y permite auditorías más detalladas para cumplimiento.
Un sistema operativo como base para la IA
Red Hat presentó RHEL 10 no solo como un sistema operativo tradicional, sino como la base del stack completo de inteligencia artificial empresarial de la compañía. Entre los productos que se apoyan en esta base están:
- RHEL AI, una variante que permite desplegar modelos fundacionales como LLaMa 3 en entornos locales o perimetrales.
- OpenShift AI, que integra pipelines MLOps, entrenamiento y despliegue de modelos en Kubernetes.
- Compatibilidad con herramientas como InstructLab, para refinar modelos de lenguaje con datos propios de forma abierta.
Este enfoque permite a las organizaciones mantener sus datos en sitio, acelerar el tiempo de inferencia y controlar todo el ciclo de vida del modelo de IA desde la base.
Compatibilidad expandida, nube híbrida y arquitectura abierta
RHEL 10 ya está disponible en AWS, Microsoft Azure y Google Cloud con imágenes oficiales, además de contar con una versión optimizada para arquitectura RISC-V, fruto de su colaboración con SiFive. Este movimiento fortalece el soporte para entornos de computación abierta, edge computing y dispositivos embebidos.
Además, se mantienen las certificaciones tradicionales con el ecosistema de proveedores de hardware (HPE, Dell, Lenovo, IBM) y el soporte nativo para tecnologías de virtualización, contenedores y herramientas de automatización como Ansible.
¿qué significa hoy ser un sistema operativo empresarial?
RHEL 10 plantea una respuesta clara: un sistema operativo ya no es solo el núcleo, el boot y los controladores. Es una plataforma inteligente, segura, automatizable y adaptable, que debe escalar con el negocio y anticiparse a amenazas aún inexistentes.
“Con RHEL 10, ayudamos a las organizaciones a enfrentar el presente, mientras se preparan para lo que viene. Lo que antes era una base técnica, ahora es también una base estratégica”, afirmó Gunnar Hellekson, vicepresidente de Red Hat.
Disponible para descarga y pruebas desde el Red Hat Customer Portal y el Red Hat Developer Program, RHEL 10 representa un punto de inflexión para CIOs, desarrolladores y arquitectos de infraestructura que buscan una base confiable y moderna en la era de la IA, la automatización y la resiliencia digital.




