El sector bancario colombiano es uno de los que más ha sabido aprovechar la tecnología y las soluciones de analítica para transformarse y crecer, según un análisis de SAS.
“El sector bancario colombiano se caracteriza por estar siempre a la vanguardia en frentes como el tecnológico, sigue las implementaciones exitosas de países desarrollados y busca plataformas que simplifiquen los procesos para los clientes mientras intenta mantener los más altos estándares de seguridad que siempre lo han caracterizado”. Esta es la radiografía que de los bancos en Colombia hace SAS, compañía líder en soluciones de big data y analítica y la principal aliada en los procesos de transformación de las grandes compañías financieras en el mundo.
Vivian Jones, Country Manager para Colombia y Ecuador de SAS, explica que los bancos colombianos han entendido que la transformación digital es una prioridad para su industria, sobre todo porque ya no solo están disputándose el mercado con los actores tradicionales sino que han empezado a cruzarse con las Fintech, las diferentes startups que han empezado a ofrecer nuevos servicios financieros basados en tecnología. “Esto los ha llevado a centrar sus esfuerzos en la innovación y en la transformación digital para poder hacerle frente a estos jugadores disruptivos y en eso la democratización de la analítica a todos los niveles de la organización ha jugado un papel fundamental”, declara Jones.
Y esto lo respaldan las estadísticas: solo en 2016, nacieron cerca de 40 innovaciones digitales en el sector bancario y el presupuesto en innovación y tecnología es uno de los más importantes cuando se compara con el de otras industrias.
Como ejemplo, en la actualidad las entidades bancarias cuentan con aplicaciones que cruzan los datos de patrones de compra del cliente con la información del portafolio que tienen con la empresa y la geolocalización. “La correlación de toda esta información le permiten a los bancos lanzar ofertas exclusivas para el lugar en el que transita el cliente, con una duración establecida y acorde a sus gustos. Esto ya funciona en Colombia y con mucha precisión”, aseguró Jones.
También hay ejemplos de compañías que han habilitado a las redes sociales como canales transaccionales directos y han usado la tecnología de NFC para expandir la tendencia de pagos sin plásticos.
En otros casos, la analítica también les ha permitido a los bancos enfocarse en fidelización, anticiparse a las necesidades del cliente y mejorar las experiencias al tiempo que simplifican los procesos de solicitudes de un producto (que ahora suele ser online) y habilitan canales de atención basados en machine learning que disminuyen los tiempos de atención y respuesta. “A esto se suma la proyección que hacen a partir de la data y que no solo les habilita la creación de productos que tienen casi asegurada su aceptación, sino que les permite actualizar el portafolio con mayor frecuencia”, señala el análisis de SAS.
El recorrido hasta aquí
En el desarrollo de la banca colombiana ha tenido mucho que ver la facilitación de los puntos de acceso, que también se apoya en la tecnología y no solo en el despliegue físico de oficinas. A cierre de 2016, de acuerdo con el Reporte de Inclusión Financiera elaborado por la Superintendencia Financiera de Colombia y la Banca de las Oportunidades, el país tenía 481.928 puntos de acceso al sistema financiero en todo el territorio nacional, una cifra que casi duplica la de 2012 (273.392); de esas, 15.277 son cajeros automáticos, 364.358 son datáfonos, 94.263 son corresponsales bancarios y solo 8.080 son oficinas. Cabe destacar, además, que desde 2015 se alcanzó una cobertura del 100% del territorio nacional por parte del sistema financiero. La data que se produce de manera constante y exponencial por todos estos canales es lo que se ha convertido en un activo de alto valor del sector que se explota con sólidas soluciones de analítica.
En comparación con los otros países de América Latina el país está en una buena posición. Al evaluar la información entregada en la Encuesta de Acceso a Servicios Financieros del Fondo Monetario Internacional, a diciembre de 2015, las oficinas y corresponsales bancarios de Colombia (sumados) eran tres veces mayor que la cifra de México y Brasil; en puntos de acceso por cada 100.000 adultos el país era el líder; y en cajeros sí era superado por Brasil (182.378), México (46.627) y Perú (26.976), que ocupan el top tres.
El gran impacto de las tecnologías
A cierre de 2016, de acuerdo con el informe de inclusión, 22 millones de adultos en Colombia tenían al menos un producto financiero activo o vigente, lo que daba una tasa de penetración del 66,3%. Llegar a esa cifra no ha sido un trabajo sencillo y de hecho, en los últimos años han sido las soluciones tecnológicas las que han disparado esto pues particularmente el uso de internet y de la telefonía móvil han permitido llegar a más lugares y con propuestas que responden a las necesidades de la población.
La banca digital, la banca móvil y la focalización en estrategias de innovación con una capa transversal de analítica, lejos de ser un riesgo para las operaciones financieras significa contar con un canal que permite integrar la información, generar análisis de la misma y trabajar con ella para ir más allá en proyecciones del mercado.
Pero, a pesar de la seguridad de estas herramientas, los bancos siguen siendo cuidadosos al aplicar soluciones analíticas. “Invertimos y nos estructuramos para la innovación. Estamos en un momento de muchos cambios pero el sistema financiero colombiano permanecerá. La supervivencia del sistema financiero colombiano al desafío digital, a la vuelta de unos años será una realidad”, dijo Jonathan Malagón, vicepresidente técnico de Asobancaria, durante la 3ª Convención Latinoamericana de Analítica de SAS.
Es importante recordar que si bien la banca persigue el crecimiento y la innovación de la mano de la tecnología, siempre dará prioridad a lo que significa trabajar con información crítica como créditos, liquidez, fraude, lavado de activos, etc.
“De acuerdo con las cifras oficiales del país, en los últimos cinco años la dinamización transaccional ha estado representada en transacciones vía móviles, internet y bajo la figura de corresponsales. Habilitar y fortalecer esos canales ha sido fruto de una estrategia basada en analítica que han adelantado la mayoría de los bancos”, añadió Jones. Las estadísticas de estos canales demuestran que en 2016 presentaron un aumento de 503%, 141% y 193%, respectivamente en comparación con la cantidad de transacciones que se hicieron por estos medios en 2012.
El sistema bancario seguirá creciendo, innovando, trabajando en productos co-creados con fintech u otros actores disruptivos del sector y sin duda seguirá haciéndolo de la mano de la tecnología.
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