Una investigación de Kaspersky reveló una campaña de phishing en la que se usaron videos de YouTube con enlaces maliciosos disfrazados de “cracks” para videojuegos. El troyano DCRat permitió a los atacantes controlar dispositivos, robar datos y expandir funciones mediante plugins especializados.

Imagen: Kaspersky
En abril de 2025, investigadores de la firma de ciberseguridad Kaspersky alertaron sobre una nueva campaña maliciosa que estuvo activa desde inicios del año, centrada en la distribución del troyano de acceso remoto DCRat (también conocido como DarkCrystal RAT). La estrategia utilizada por los atacantes consistió en el uso de videos publicados en YouTube mediante cuentas falsas o comprometidas, los cuales ofrecían supuestos trucos, cracks o versiones gratuitas de videojuegos populares.
Los enlaces incluidos en la descripción de estos videos dirigían a archivos maliciosos que, una vez descargados e instalados por el usuario, ejecutaban el código del troyano. DCRat permitió a los atacantes acceder de manera remota al sistema afectado, registrar las pulsaciones del teclado (keylogging), activar la cámara web y robar datos sensibles almacenados en el dispositivo.
Este tipo de ataque no es nuevo, pero sí preocupante por su nivel de sofisticación y accesibilidad. DCRat es distribuido bajo el modelo MaaS (Malware-as-a-Service), lo que significa que cualquier cibercriminal puede adquirirlo en foros clandestinos, pagar por una licencia y utilizarlo en sus propias campañas sin necesidad de tener conocimientos técnicos avanzados. Este enfoque comercializado de la cibercriminalidad facilita la expansión del software malicioso y la diversificación de sus objetivos.
Kaspersky identificó al menos 34 plugins disponibles para DCRat, los cuales permiten modificar su comportamiento, desde la vigilancia remota hasta el robo de credenciales y la ejecución de comandos arbitrarios. La posibilidad de incorporar estos módulos adicionales convierte a DCRat en una amenaza adaptable, capaz de evadir algunas soluciones tradicionales de ciberseguridad.
Según la compañía, la campaña se inspiró visual y temáticamente en elementos de la cultura anime, lo que sugiere que sus creadores buscaban atraer a una audiencia joven y aficionada a los videojuegos, un segmento particularmente expuesto a caer en la trampa de obtener contenido “gratuito” fuera de canales oficiales. Esta estrategia demuestra cómo los atacantes están afinando su capacidad para segmentar audiencias, incluso en entornos donde se presume cierto nivel de conocimiento digital.
Para el ecosistema tecnológico —especialmente fabricantes de software, mayoristas de soluciones de ciberseguridad y canales de distribución de hardware— este hallazgo representa un llamado de atención. La cadena de suministro digital puede verse afectada no solo por ataques directos, sino también por infecciones en los dispositivos de usuarios finales, que luego se conectan a redes corporativas o manipulan datos sensibles.
Las recomendaciones de Kaspersky ante este escenario son claras y están dirigidas tanto a usuarios individuales como a organizaciones: evitar la descarga de software desde fuentes no oficiales; mantenerse escéptico ante ofertas que prometen juegos de pago gratuitos, monedas ilimitadas o trucos “infalibles”; actualizar con frecuencia sistemas operativos y aplicaciones para cerrar vulnerabilidades conocidas; y, sobre todo, contar con una solución de seguridad robusta, que incluya protección en tiempo real contra malware, ataques de phishing y sitios sospechosos.
Fabio Assolini, director del Equipo Global de Investigación y Análisis (GReAT) para América Latina en Kaspersky, señaló que “hoy en día, la alfabetización digital, la atención al detalle y el pensamiento crítico deben ser la base de las acciones tanto de usuarios individuales como corporativos en el mundo digital”. Añadió además que “si un programa se ofrece como gratuito, puede tratarse de malware o de una aplicación que recopila datos personales para beneficio de terceros”.
Más allá de las medidas de protección individual, este tipo de amenazas exige una respuesta coordinada entre fabricantes de soluciones de seguridad, desarrolladores de plataformas de contenido como YouTube, y proveedores de infraestructura tecnológica. Para los canales y mayoristas del sector, esto puede representar una oportunidad de educar a sus clientes y posicionarse como aliados en la construcción de un entorno digital más seguro.
La proliferación de malware distribuido mediante ingeniería social y técnicas de phishing en plataformas legítimas como YouTube pone de manifiesto la creciente sofisticación de los ciberataques. Frente a amenazas modulares como DCRat, la industria tecnológica enfrenta el reto de fortalecer tanto sus soluciones como la conciencia de sus usuarios. En un contexto donde las campañas maliciosas pueden adaptarse fácilmente a nuevas tendencias culturales y tecnológicas, la ciberseguridad deja de ser un complemento y se convierte en una necesidad estructural para todos los actores del ecosistema digital.