La curva tecnológica del Cloud Computing sigue avanzando desde sus orígenes hace unos 12 años, lo que ha significado que el mercado actual tenga mucho más conocimiento y familiaridad con los servicios que la nube proporciona. Esto produce que las organizaciones minimicen la parálisis inicial de adopción y consideren escenarios muchos más complejos.
Así, los proveedores de sistemas de nube han facilitado el proceso a través de nuevas herramientas de migración e implementación de cargas, sumado a compañías como Controles Empresariales que desarrollan un marco de adopción que permite abordar este proceso y el de implementación de la nube de una manera más confiable para alcanzar los objetivos que la empresa se plantea.
La nube es uno de los habilitadores y/o mecanismos fundamentales en procesos de transformación digital que las organizaciones han venido asumiendo, ya que brinda las capacidades de escalación y velocidad necesarias para poder centrarse en las iniciativas de transformación.
Por esto, la adopción de la nube sigue en un vertiginoso aumento, según artículo de la revista Forbes del 7 de enero del 2018, para el próximo año el 80% de las empresas tendrán cargas de trabajo en la nube lo que habilita iniciativas de modernización de aplicaciones y de generación de nuevas capacidades al negocio con lo cual permite que la organización permanezca vigente o se adelante a sus competidores.
En consecuencia, en la medida en que las empresas comienzan a adaptar sus procesos a un espacio digital, aumenta la demanda de elasticidad, agilidad y escalabilidad además de mantener una relación costo-beneficio positiva y la nube se confirma como el paradigma que aporta dichas características.
Según Gustavo Miranda, experto en Cloud Computing de Controles Empresariales, existen en el mercado diversas “leyendas urbanas” con respecto a la adopción de nube:
1. Para ir a la nube solo se debe contratar un proveedor del servicio.
La migración a la nube requiere algo más que simplemente conectar la tecnología, se deben considerar otros factores asociados a la adopción de esta tecnología, tales como el gobierno, la seguridad, los procesos operativos y no menos importantes, las competencias de los funcionarios que permitan implementar, configurar, utilizar y obtener los beneficios que la nube pueda ofrecer. Si no es posible alinear la tecnología con las necesidades y procesos del negocio la adopción puede llegar a ser realmente un proceso complejo.
2. La nube resulta en ahorros instantáneos.
Muchas empresas buscan flexibilidad y escalabilidad en la nube, así como en reducir los costos. Se puede llegar a pensar que cambiar servidores locales en instancias de nube produce ahorros instantáneos. Bajo este aspecto el ahorro real se genera en acciones locales previas como racionalización y consolidación de servidores antes de llevarlos a la nube. Para lograr una rentabilidad real, se debe hacer coincidir las cargas de trabajo a adoptar en la nube con un servicio de nube adecuado costo-beneficio.
3. Nube = Virtualización
La virtualización es un paradigma tecnológico que se utiliza en la nube. La utilización de la virtualización facilita la adopción de la nube, sin embargo, toda virtualización no se transforma en Nube. Para muchas organizaciones los beneficios de la virtualización pueden considerarse suficientes para sus retos, sin tener que escalar a un nivel de servicio de Cloud. En este punto la discusión debe orientarse en si las características de los modelos de nube, y en especial de nube pública, generan valor en la organización. Seguridad, automatización, velocidad de despliegues, disponibilidad entre otras pueden ser características muy relevantes para el negocio y de difícil alcance con tan solo virtualizar servidores. Además, ofertas de PaaS (Producto como Servicio, por sus siglas en inglés) o SaaS (Servicio como servicio, por sus siglas en inglés) son, sin duda, mucho más que virtualización.
4. El Data Center en tierra es más seguro y compatible que la nube.
El Proveedor de servicios de nube debe atender a una amplia gama de clientes globales, por lo tanto, sus centros de datos y la plataforma necesitan garantizar numerosas certificaciones y regulaciones estrictas que son fundamentales. Estas características del proveedor de estos sistemas son difíciles de alcanzar en tierra y no menos costosas, muchas empresas al moverse a la nube ganan rápidamente en sus esquemas de seguridad y se encaminan rápido al cumplimento de normativas y regulaciones.
5. La nube no es para uso de aplicaciones de misión crítica.
La computación en la nube se puede utilizar para múltiples aspectos del negocio, esto incluye las aplicaciones de misión crítica. Las plataformas de estos servicios son capaces de proporcionar durabilidad, escalabilidad y buen rendimiento con respecto a arquitecturas de estas. En este punto es relevante contar con el apoyo de expertos en implementaciones que vayan más allá de simples movimientos de máquinas virtuales. Cuando un sistema se ralentiza al ir a la nube, es momento de pensar en administrar mejor el almacenamiento, las redes u otro recurso.
Por otra parte, es importante reconocer que no hay una propuesta de valor única para la adopción de la nube ya que cada empresa emprende un viaje único basado en su cultura, formas de hacer, idiosincrasia, entre otros, sin embargo, se podría estimar que los principales impulsores de la adopción del Cloud Computing incluyen:
• Mayor agilidad empresarial. Estudios señalan que las empresas que han adoptado Cloud obtienen una ventaja competitiva al reducir la complejidad y aumentar la agilidad empresarial.
• Mejora de la productividad. Todas las organizaciones se preocupan por mejorar la productividad, el uso de herramientas basadas en la nube es una característica cada vez más común de la vida empresarial.
• Reducción de costos. Diversas empresas han alcanzado una reducción considerable en el gasto en licencias y servicios al adoptar servicios en la nube en comparación con los mismos servicios brindados en localmente o en tierra.
• Incorporar nuevas capacidades al negocio. Tecnologías como la analítica, AI, Bigdata aportan nuevas capacidades al negocio las cuales son apalancadas de manera muy importante desde la nube.
En conclusión, afirma Miranda, la nube constantemente sigue y seguirá avanzando en garantizar controles de seguridad, sumado a un marco normativo nacional más consciente que estimula a las organizaciones a incorporar más iniciativas de adopción en sus estrategias, alcanzando soluciones que abarcan no solo las estrictamente ligadas a TI, sino en una implementación como línea estratégica de la empresa.
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