El 25 % de las pequeñas y medianas empresas en Colombia sufrió ataques de ransomware durante 2024. La cifra evidenció la urgencia de adoptar soluciones de respaldo y recuperación ante desastres como parte integral de la estrategia digital, más allá del almacenamiento convencional en la nube.

Imagen: Orion
La nube se ha convertido en la columna vertebral de la transformación digital empresarial. Desde startups emergentes hasta compañías consolidadas, miles de organizaciones han migrado hacia entornos cloud para ganar flexibilidad, escalabilidad, eficiencia y reducción de costos operativos. Sin embargo, la adopción acelerada de plataformas en la nube ha traído consigo un nuevo reto: la necesidad de garantizar la integridad, disponibilidad y protección de la información crítica.
En Colombia, esta preocupación dejó de ser una hipótesis para convertirse en una urgencia. Según un informe reciente de Ebunti, una de cada cuatro pymes fue víctima de un ataque de ransomware durante 2024, lo que se tradujo en pérdidas de datos, interrupciones operativas, deterioro reputacional y —en algunos casos— pago de rescates que no garantizan la recuperación total del sistema.
Una falsa sensación de seguridad
Aunque muchas empresas creen que subir sus archivos a la nube es sinónimo de respaldo automático, expertos advierten que el almacenamiento por sí solo no implica protección. De hecho, uno de los errores más comunes es asumir que el proveedor cloud —sea Microsoft Azure, AWS, Google Cloud o cualquier otro— asume toda la responsabilidad sobre la seguridad y disponibilidad de los datos.
Christian Geraldino, Head of Growth de Orión Colombia, explicó que la seguridad en la nube debe abordarse como una responsabilidad compartida, donde el proveedor asegura la infraestructura y la empresa usuaria es responsable de las políticas de acceso, respaldo, recuperación y continuidad.
“La nube no se puede entender como una caja fuerte pasiva. Es una plataforma dinámica que debe gestionarse, monitorearse y protegerse con una arquitectura diseñada a medida de cada organización”, afirmó Geraldino.
El costo real de no estar preparado
Las consecuencias de no contar con un plan de respaldo y recuperación adecuado pueden ser devastadoras. Estimaciones de IBM Security señalan que el costo promedio de una violación de datos en América Latina supera los 2,4 millones de dólares. En el caso de las pymes, aunque el valor absoluto puede ser menor, el impacto proporcional sobre sus ingresos, operaciones y reputación suele ser mayor, y en muchos casos irreversible.
Algunos de los efectos más comunes del descuido en respaldo y seguridad incluyen:
- Pérdida total o parcial de información comercial, financiera o de clientes.
- Interrupción de operaciones durante días o semanas.
- Caídas en ventas, incumplimiento de contratos o sanciones regulatorias.
- Deterioro de la confianza por parte de los clientes y proveedores.
- Costos legales y reputacionales de difícil recuperación.
Más allá del backup: resiliencia digital integral
Desde Orión, una compañía con operaciones en Colombia, Perú y Chile, se ha venido promoviendo una visión más holística de la protección en la nube. Esta visión no solo contempla la copia de seguridad, sino también la capacidad de recuperación rápida, la visibilidad de las amenazas y la automatización de respuestas ante incidentes.
Entre sus soluciones destacan:
- Disaster Recovery as a Service (DRaaS): permite restablecer entornos críticos en cuestión de minutos.
- Gestión de respaldos multicloud: para proteger datos alojados en distintas plataformas y ubicaciones.
- Monitoreo proactivo con inteligencia artificial: que detecta anomalías antes de que escalen a incidentes críticos.
- Cloud Governance: servicios para optimizar el uso de recursos cloud, reducir costos ocultos y fortalecer el cumplimiento normativo.
“Cada negocio tiene un nivel de madurez distinto en su proceso de digitalización. Lo importante es que exista una hoja de ruta clara, con objetivos de continuidad, seguridad y desempeño alineados con el core del negocio”, agregó Geraldino.
La normativa como impulsor y barrera
El cumplimiento normativo también ha comenzado a jugar un papel más importante en la adopción de estrategias de respaldo y ciberseguridad. En Colombia, regulaciones como la Ley de Protección de Datos (1581 de 2012) y lineamientos sectoriales (como los de la Superintendencia Financiera para bancos y fintechs) obligan a las organizaciones a demostrar planes de recuperación, trazabilidad de datos y reportes de incidentes.
Sin embargo, muchas empresas, en especial del segmento pyme, aún no cuentan con equipos técnicos ni recursos para diseñar estas políticas internamente. Aquí es donde compañías como Orión buscan posicionarse no solo como proveedor, sino como socio estratégico para traducir requerimientos regulatorios en soluciones tecnológicas aplicables.
Casos donde el respaldo marcó la diferencia
Durante el último año, Orión reportó múltiples casos en los que sus soluciones de backup y recuperación evitaron pérdidas mayores. Desde empresas del sector salud que enfrentaron intentos de secuestro digital, hasta instituciones educativas que restauraron servicios en menos de una hora tras un fallo de conectividad, los ejemplos demuestran que invertir en resiliencia puede evitar crisis mayores y proteger la continuidad del negocio.
De la confianza a la responsabilidad digital
El almacenamiento en la nube ya no es un lujo ni una tendencia. Es una necesidad operativa. Pero a medida que más empresas dependen de estos entornos, la responsabilidad de proteger los datos, garantizar su disponibilidad y saber cómo actuar ante una contingencia se convierte en un eje estratégico.
En este panorama, la resiliencia digital será una ventaja competitiva y un sello de madurez empresarial. Compañías como Orión impulsan esa visión con soluciones concretas, experiencia regional y una apuesta por la sostenibilidad tecnológica de sus clientes. La nube, bien gestionada, no solo permite crecer: permite resistir, adaptarse y seguir operando, incluso en tiempos inciertos.




