Por Pablo Nadeau, Sales Director McAfee.
El cierre de los establecimientos educativos debido al riesgo que representa la pandemia del Covid-19, cambió drásticamente la enseñanza para los más de 10 millones de alumnos escolarizados en Colombia. Los niños y jóvenes, al igual que los profesores, tuvieron que adaptarse de manera acelerada a una nueva forma de aprender debido al confinamiento: la educación digital.
Y, pese a que no estábamos tan preparados como quisiéramos para enfrentar esos desafíos, no cabe la menor duda: desde el inicio de la pandemia del Covid-19 la tecnología se volvió uno de los mejores aliados de los estudiantes. El teléfono celular y los computadores nos permitieron mantener una cierta ‘normalidad’ y enfrentar el trabajo, el entretenimiento y la vida social con más regularidad. Esto es algo que también aplica para los niños, quienes también han debido adaptarse a esta nueva forma de relacionarse, estudiar y jugar. Los miedos que muchos padres sentían de exponer a los más pequeños al mundo virtual tuvieron que hacerse a un lado, para permitirles una vida más o menos ‘normal’. Pero, ¿cómo podemos mantener a los estudiantes seguros en el mundo virtual?
Si bien, la actual pandemia hizo más visible la necesidad de apropiación de las herramientas virtuales para la educación formal, cifras presentadas por el Dane muestran que ya en 2018 el 34,5 % de las personas mayores de 5 años que usaban internet, lo hacían para procesos de educación y aprendizaje, y esta cifra crecía aún más en departamentos ajeados del centro del país, como Vaupés (47,4 %), Nariño (45,7 %) y Caquetá (45,4 %).
Ahora, dos años después y en medio de una coyuntura que nos obliga a suspender la presencialidad por un tiempo, se pueden tomar medidas concretas para aumentar la seguridad de los más pequeños de la casa. Para En primer lugar, se debe estar atento a los malware, pues con la pandemia del Covid-19 continúan en ascenso. Para ayudar a proteger los dispositivos de su hijo contra software malicioso, ataques de suplantación de identidad y otras amenazas, es mejor actualizar sus soluciones de seguridad en todos los dispositivos. Además, es esencial el uso de contraseñas seguras, optar por la autenticación de dos factores para agregar otra capa de protección entre usted, sus hijos y un atacante potencial.
Por otra parte, los controles parentales son el material más útil para evitar que los niños estén expuestos a información dañina para ellos o que, simplemente, los padres no quieren que vean. Además, se puede registrar la actividad web diaria, para poder revisar al final del día en qué sitios se ha metido el niño o adolescente.
Si bien tener a los niños en casa nos puede hacer sentir más “seguros”, debemos recordar que aún hay riesgos a los que debemos estar alerta. Internet es una herramienta potente y necesaria para aprender, compartir y entretenerse, pero debemos estar vigilantes y ser capaces de enseñarle a nuestros hijos cómo utilizarla de manera responsable y segura.
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