Latinoamérica ha sido testigo de una de las más grandes disrupciones tecnológicas de los tiempos recientes.
Y no viene de los gigantes de Google, Facebook o Amazon, sino de empresas locales que se dieron cuenta del atraso y la falta de inclusión en los sistemas financieros para pequeños comercios y comerciantes independientes.
Estas empresas han venido ofreciendo datáfonos para pequeños comerciantes, algo que antes era complicado y demorado. Con pequeños aparatos que más parecen una calculadora, miden menos de 10 centímetros y se conectan a teléfonos o a tabletas para soportar el negocio de los emprendedores, las llamadas “fintechs” están en el centro de la acción de los servicios financieros en la región.
¿Se ha preguntado por qué aún no puede pagar un taxi en Bogotá con tarjeta de crédito o débito? ¿Y la peluquería? Incluso, ¿la ambulancia? Y en la tienda de la esquina? Pues este problema que es evidente en Colombia también ocurre (o ocurría) en la región.
En México el auge de estos datáfonos es tal que según el Banco de México (Banxico), para mediados del 2018, una de cada tres terminales ya pertenecía a esta nueva categoría de servicios para empresarios. Desde que iniciaron las soluciones “fintech” el ritmo de crecimiento de los datáfonos se ha casi que duplicado en el país. Se calcula que más de 500,000 terminales en México son mini-datáfonos de una Fintech.
En Brasil, Pagseguro, ha venido creciendo gracias a su producto para pequeños comerciantes y hoy son los proveedores preferidos por esta población. Le prestan servicio a más de 2.5 millones de comercios en Brasil y continúan creciendo. Tan importante es el crecimiento en Brasil que fabricantes de dispositivos chinos han desarrollado plantas en este país.
Colombia está algo atrasada en estas soluciones. Se calcula que en el país hay alrededor de 450,000 datáfonos, la grandísima mayoría pertenecen a los proveedores tradicionales del servicio, y son pocos los pequeños comercios que reciben tarjeta. Sin embargo, la empresa Cajero.co lleva unos meses poniendo al país al día.
Según Carlos Neira, Gerente de Cajero.co, el problema en Colombia es el mismo que en México y en Brasil. Pocas soluciones para pequeños comerciantes, y mucha complejidad y burocracia por parte del sistema financiero. La empresa colombiana busca cerrar el año con 25,000 comerciantes y pequeñas empresas recibiendo pagos con sus “mini-datáfonos”. Según Neira, se puede adquirir un datáfono en minutos a través de www.cajero.co, y no se requiere tener empresa.
El camino de la inclusión financiera para pequeños comercios parece largo en Colombia, pero el problema que permitió el auge de estos servicios en otros países está presente. Algunas empresas como Cajero.co se le miden a apostarle a ese cambio. Seguramente en los próximos meses vendrán otras más a intentar aprovechar esta oportunidad, y empezarán a ser parte del ecosistema financiero.
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