Perú tiene una de las participaciones más bajas de mujeres en ciencia en Latinoamérica. Solo el 31 % de investigadores en ciencia y tecnología son mujeres en el país. ¿Qué hacer para que esta cifra crezca?
Las carreras de ciencia y tecnología son de vital importancia para el mundo y, sobre todo, para nuestro país, pues se asocian a los sectores que más contribuyen al Producto Bruto Interno (PBI). Sin embargo, por muchos años fueron ámbitos exclusivos de los hombres.
Pensar en una mujer científica, ingeniera o matemática era muy difícil: los estereotipos y roles de género, así como la distribución del tiempo asociado a las labores domésticas que suele recaer en ellas, representaban barreras muy fuertes para que se dediquen a este tipo de profesiones.
Con el tiempo esto ha ido cambiando, pero no del todo. Aunque cada vez hay más mujeres participando de las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), aún la cifra no es paritaria. Siguen existiendo prejuicios y barreras de género que les impiden desarrollarse completamente y que frenan las ganas de las niñas y adolescentes que quieren optar por carreras en estas áreas.
Algunos de los estereotipos más recurrentes son el pensar que “las ciencias tienden a ser actividades masculinas y que las mujeres en ciencia son ‘frías’ en sus actitudes y con poca vida social; que el trabajo de campo requiere fuerza que las mujeres no tienen o que los hombres son mejores en los números”, reportó un estudio de CENTRUM en el 2018.
¿Por qué necesitamos más mujeres en STEM?
La Unesco ha enfatizado que los prejuicios de género hacia carreras STEM aparecen durante la primera infancia, pues las niñas no son estimuladas al igual que los niños en campos relacionados a las ciencias. Los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) de 2015 son prueba de ello: las niñas eran más propensas a verse trabajando en el ámbito de la salud, mientras que los niños en ingeniería.
Si hablamos a nivel universitario, aún son pocas las mujeres que optan por carreras STEM. Un reporte de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) indica que mientras que solo un 27 % de mujeres se matricula en carreras de ingeniería y tecnología, un 71,2 % lo hace en ciencias médicas y de la salud.
Además, de acuerdo con cifras del Registro Nacional Científico, Tecnológico y de Innovación Tecnológica (Renacyt), del total de 6 501 investigadores en el país, los varones representan el 68,8 %; mientras que las mujeres el 31,2 %. Perú es uno de los países de Latinoamérica con la participación más baja de mujeres en ciencia. Esto pese a que, según datos de la UNESCO, una persona que trabaja en STEM gana dos tercios más que las personas empleadas en otros campos.
La UNESCO resalta que existen cuatro dimensiones principales que suelen afectar la participación y el rendimiento de las niñas y mujeres en STEM: la estudiante (autopercepción, estereotipos e interés), la familia y los pares (expectativas y apoyo), la escuela (docentes, recursos y enseñanza) y la sociedad (políticas, normas sociales e igualdad de género).
¿Por qué necesitamos más mujeres en STEM? La investigación “Las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas en América Latina y el Caribe” de ONU Mujeres, indica que la igualdad de género en STEM es clave para alcanzar cada uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, a la que se han comprometido más de 90 países incluyendo el Perú.
Además, resalta que la desigualdad de género puede conducir a adoptar estrategias y tomar decisiones que resultan perjudiciales para la ciencia. “Las mujeres pueden contribuir a la investigación y el desarrollo (I+D) con sus perspectivas, prioridades y enfoques específicos, lo que significa que la igualdad de género en STEM también puede fomentar la mejora de la ciencia, la tecnología y la innovación”, señala la investigación.
¿Cómo fomentar la participación de mujeres en ciencia y tecnología?
Cuando eligen una carrera profesional relacionada a la ciencia, las mujeres empiezan a enfrentar una serie de desafíos. Por un lado, tienen que lidiar con estereotipos y roles de género, y, por otro lado, deben afrontar la brecha salarial, la falta de representación en puestos de liderazgo, menos recursos y la falta de oportunidades. La invisibilidad y falta de apoyo dificultan aún más el panorama e impiden que se creen modelos a seguir para niñas y adolescentes.
¿Cómo podemos lograr que más mujeres participen en STEM? Primero debemos deshacernos de los estereotipos, para lo cual es fundamental educar a niñas, niños y adolescentes en igualdad de género y en espacios donde puedan expresarse libremente y desarrollarse integralmente, recibiendo estímulos en áreas STEM. Esto no solo compete al espacio escolar, sino que también debe impulsarse desde casa.
Por otro lado, se debe seguir garantizando el acceso de las mujeres a estudios superiores, así como darles todas las herramientas para que logren culminar sus carreas. Otro aspecto fundamental es crear políticas para una adecuada inserción al mercado laboral y que permitan reducir la brecha salarial.
Para todo esto será fundamental contar con un enfoque de igualdad de género, así como con el trabajo conjunto entre el sector público y privado. Las niñas, las adolescentes y mujeres merecen vivir en un país con igualdad de oportunidades. Creciendo en igualdad, mejoramos como sociedad. Mujeres de Cambio es una campaña organizada por RPP.
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