Así es como Nicolás Ospitia, un joven estudiante de 14 años, define su método de estudio. Su guía es Minecraft Education, hoy una alternativa para el aprendizaje.
Con el día del niño a la vuelta de la esquina surgen cuestionamientos entre los padres y los colegios sobre como homenajear a los pequeños en esta fecha. En un futuro próximo, la programación será la tercera lengua mundial, ¿sabe usted de algún regalo que entregue diversión y aprendizaje de códigos? Nicolás sí!
Es un niño de 14 años, estudiante del Colegio Campo Alegre de Sopó, Cundinamarca, que le regaló a sus compañeros la oportunidad de sumarse a la lista de más de 7 mil escuelas de 40 países que escogieron compartir el conocimiento con ayuda de la edición educativa del video juego de ladrillos y píxeles.
Tres años atrás Nicolás, apoyado por Microsoft Colombia, llevó a su colegio la idea de utilizar el video juego Minecraft para explorar áreas académicas como historia, al tiempo que aprendía a programar. Su idea caló en la profesora Eliana Peña y posteriormente en las directivas del colegio.
Para el periodo académico de 2015-2016 Nicolás y su proyecto “Egipto” sirvieron como prueba piloto desde las clases vocacionales de informática y tecnología para consolidar posteriormente la electiva Minecraft para la Educación.
Para darle vida a su proyecto piloto se le pidió escoger un tema de cualquier materia que le interesara, y liderar un equipo que investigara acerca del mismo e ideara un mundo pixelado que al mostrarlo a cualquier otra persona pudiera aprender sobre el tema.
Y esto fue precisamente lo que hizo Nicolás en su proyecto “Egipto”. La iniciativa lo llevó a consultar enciclopedias, libros y páginas web con información detallada sobre cómo se construyeron las pirámides de Guiza en el antiguo Egipto.
Nicolás creó 8 áreas diferentes en el mundo para explicar por etapas cómo y con qué herramientas se construían las pirámides. Cada área muestra una evolución en la construcción, desde el terreno árido y desocupado, hasta la pirámide erguida con un túnel de acceso al río Nilo. Su aprendizaje en programación lo llevó a investigar cuál era el código que necesitaba para ajustar la textura de su mundo de Minecraft y darle las tonalidades oxidadas y terracota características de Egipto.
“En la clase jugamos a no hablar, solo a chatear”, explicó Eliana Peña, docente del colegio Campo Alegre.
Además de aprender jugando sobre Egipto y sobre programación, Nicolás resalta que esta alternativa de estudio le permitió desarrollar cualidades como la persistencia, paciencia, constancia y hábitos de trabajo en equipo.
Por su cuenta, la profesora Peña concluye que “el juego siempre ha sido el principal instrumento de aprendizaje y de desarrollo de los niños desde pequeños. Facilita su entendimiento y determinación para seguir trabajando, y en este caso particular, permite desarrollar creatividad, orientación espacial y habilidades interpersonales como la comunicación, la comprensión, el respeto y la cortesía, entre otras”.
Hasta la fecha, más de 100 millones de estudiantes como Nicolás, en 180 países y 40 idiomas, han aprendido a programar utilizando Minecraft.
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